¿Queréis conocer a una familia de lo más peculiar? ¿Una historia con humor negro que roza lo absurdo de la vida? Pues si quieres saber más sigue leyendo nuestra crítica de Ruido de fondo.
La película está escrita y dirigida por Noah Baumbach (Historia de un matrimonio) y protagonizada por Adam Driver (Historia de un matrimonio), Greta Gerwig (Mujercitas) y Don Cheadle (Space Jam: Nuevas leyendas). Completan el reparto Raffey Cassidy (El sacrificio de un ciervo sagrado), Alessandro Nivola (Santos criminales), Jodie Turner-Smith (Queen & Slim), André L. Benjamin (High Life) y Lars Edinge (Irma Vep).
La constancia en lo cotidiano
Ruido de fondo, que inauguró el Festival de Venecia, está basada en el clásico literario del escritor neoyorquino Don DeLillo, que figura entre las cien mejores novelas de habla inglesa según la revista Time.
Esta vez Baumbach nos cuenta una historia a la vez que espeluznante, absurda, ordinaria y apocalíptica. Ruido de fondo dramatiza los intentos de una familia estadounidense de lidiar con los cotidianos conflictos mundanos mientras lucha con los misterios universales del amor, la muerte y un futuro incierto.
Pero antes de seguir es conveniente explicar el título de la película. En inglés es White Noise. Ese ruido blanco se puede definir como un sonido uniforme, constante que puede resultar hasta placentero. Algunos ejemplos de ello son la lluvia o las olas de mar. Vivimos rodeados de este tipo de ruidos; están ahí y estamos tan acostumbrados a ellos que muchas veces nos olvidamos de que están ahí.
Y mucho ruido es precisamente lo que hace la familia Gladney, un matrimonio con cuatro hijos en el que Jack (Adam Driver), el padre, es un profesor universitario experto en Hitler, y Babette (Greta Gerwig), la madre, se dedica a dar clases de gimnasia. Cuando toda la familia está junta se sabe y se escucha, es un barullo constante que se agrava cuando una nube tóxica aparece en la zona después de que un camión choque con un tren de mercancía.
La ficción en la realidad
Así que cuando una nube al más estilo Ghostbusters la población empieza a huir de sus casas y a cundir el pánico en todas partes por miedo al futuro. Aunque la familia Gladney tarde un poco más y el comportamiento de Jack recuerde un poco a No mires arriba. También Babette empieza a volverse más delicada y comienza a comportarse de un modo extraño.
Ruido de fondo está estructurada en tres partes diferenciadas. En ellas el caos creado por la nube, las conversaciones absurdas y el fanatismo están muy presentes. Como lo está también el color verde durante toda la película, puede significar esperanza, pero aquí hace más hincapié en una historia confusa e incluso marciana.
Y es que si tengo que definir con una palabra esta película es: rara. No es una comedia, pero tampoco un drama; es algo extraño que puede resultar fatigoso para quien la vea. Juega con la confusión del espectador en todo momento y crea esa sensación de pérdida y desconocimiento. Además, se trata de una película predecible que va dejando pistas de qué es lo que va a pasar. Y no lo dudéis, sucede.
No sé definir si me ha gustado o no. Diría que me ha parecido una película curiosa de ver en la que Adam Driver hace un papel muy bueno, pero en su conjunto es una película que se podría contar en menos tiempo. Desde esta crítica de Ruido de fondo, debemos decir que sí, funciona como sátira, pero la incoherencia en algunos aspectos no deja con tan buen sabor de boca.
Este viernes hay grandes estrenos. Pinocho de Guillermo del Toro llega a Netflix mientras que Ruido de fondo llega a los cines y el 30 de diciembre a Netflix.
Crítica rápida de ‘Ruido de fondo’: ¿por qué ver la película?
- Adam Driver hace un papelón
- Si te gusta el humor negro y la sátira es tu película
- ¿Lo malo? La trama puede despistar al espectador