Ver a Liam Neeson en la gran pantalla en una película de acción es siempre algo digno de apreciar. Y más cuando el actor ya ha pasado la barrera de los 70 años. Si a esto se le añade unos paisajes irlandeses que te dejan maravillado y un guion sin fisuras, esta crítica a En tierra de santos y pecadores solo puede tener cosas buenas.
Un western con toques irlandeses
En tierra de santos y pecadores nos sitúa en la Irlanda de los años 70, con el IRA y la violencia política en las calles. Es aquí, en un pequeño pueblo de la costa, donde Finbar Murphy (Liam Neeson) quiere dejar atrás un pasado lleno de secretos, y empezar una vida tranquila con su pequeño jardín. Pero todo cambia cuando integrantes del grupo terrorista llegan al pueblo, arrastrando a Finbar y poniéndole contra las cuerdas.
Del director Robert Lorenz y presentada en la sección oficial del Festival de Venecia, este western irlandés nos presenta a un asesino a sueldo, casi cazarrecompensas, al que el honor le sobrepasa y decide cambiar su vida, pero que no va a ser tan fácil como él se piensa.
También nos presenta esta especie de thriller en unos paisajes y una comunidad local que nos recuerdan un poco a Almas en pena de Inisherin (Martin McDonagh, 2022). Puede que nos recuerde a ello también gracias a Kerry Condon, que si en el film de McDonagh su personaje se nos presentaba como la hermana sensata, aquí pasa a ser una terrorista como pocos escrúpulos.
Hablando de los actores, también nos encontramos con Jack Gleeson (Juego de Tronos) y Ciarán Hinds (Belfast) acompañando a Neeson en sus aventuras.
Un Liam Neeson al pie del camión
Puede parecer que Liam Neeson hace siempre el mismo tipo de películas, y por un parte es algo que no se puede negar. Pero es que si la fórmula funciona, ¿para qué cambiarlo? Como se ha mencionado antes en esta crítica a En tierra de santos y pecadores, es una delicia ver cómo el actor irlandés puede seguir machacando a gente y salir sin un rasguño.
Además, no es sorpresa ya encontrarnos con que el actor suele aceptar solo guiones en los que su personaje ha perdido a su mujer, como a él le pasó en su vida real. Este aspecto de sus personajes hace que siempre haya un choque entre lo sentimental y lo violento que funciona. En esta ocasión, este equilibro hace de En tierra de santos y pecadores una película emocionante y a la vez sorprendente.
Y es que el mismo título ya nos da una idea de esas dos caras, de los dos tipos de personas que nos vamos a encontrar en ese pueblo perdido de la mano de Dios, y de cómo Neeson va a representar, al final, estas dos caras de la misma moneda.
En tierra de santos y pecadores ya está en las salas españolas, y, ¿qué mejor que ver a Liam Neeson en la pantalla para escapar del calor?
Crítica ‘En tierra de santos y pecadores’: por qué ver la película
- Un Liam Neeson impecable
- Un guion que no flaquea por ningún lado
- El ambiente y los paisajes irlandeses