En el cine no todo son blockbusters como Gladiator II o Wicked; también nos podemos encontrar películas consideradas cine indie como Bird, película que hoy os recomendamos en nuestra crítica.
La película está dirigida por Andrea Arnold y ya fue presentada en Cannes y San Sebastián. Este viernes 29 de noviembre llega a las salas de cine.
La vida en los suburbios
En Bird seguimos a Bailey (Nykiya Adams), de 12 años, que vive con su padre soltero Bug (Barry Keoghan, Saltburn) y su hermano Hunter (Jason Buda) en una casa ocupada al norte de la ciudad de Kent. Bug no tiene mucho tiempo para sus hijos y Bailey necesita atención y vivir sus propias aventuras, además de tener que pasar por momentos cruciales de la pubertad.
Al final Bird es eso, una película en la que seguimos a una joven que sigue descubriendo la vida; una que se lo ponga más fácil que la que tiene ahora mismo y la evada de la dura realidad. Ella necesita atención y no un padre que recorre el barrio en un patinete eléctrico y un altavoz con la música a todo volumen y que gana dinero de las formas menos honestas. Su madre no corre mucha mejor suerte, ya que vive con sus otros tres hijos pequeños y un novio súper tóxico que la manipula y la tiene atada a él.
En su búsqueda de la tranquilidad, Bailey conoce al carismático Bird (Franz Rogowski), un hombre con una alma muy pura y libre que se convertirá en una vía de escape para la joven y sobre todo, se convertirá en su amigo. Cuando se habla del hilo rojo del destino habría que mencionar a Bailey y Bird, dos personas que no se esperaban encontrar en el otro a una persona con la que iban a estar muy unidas.
Realidad y un toque de magia
Veremos escenas muy bonitas entre ellos que Bailey guardará en su móvil para después proyectar en su habitación y poder recordarlo. Este es un punto que nos lleva a hablar de los recuerdos, malos o buenos, y de que a veces hay que echar la vista atrás para dar un paso adelante.
Andrea Arnold nos transmite muchísimas cosas con su película, desde la naturaleza liberadora al encierro de cuatro paredes casi a punto de desplomarse. De la misma forma que nos cuenta una tierna historia, no faltan los momentos trágicos y de mucha tensión. Me quedo con las escenas del viaje a la playa y las conversaciones entre los dos protagonistas, pero sí que es cierto que el toque fantástico que ha metido la directora me sacó de la historia a la vez que entendí lo que nos había mostrado anteriormente. Os dejo que juzguéis por vosotros mismos.
En definitiva, Bird es una película que retrata la vida, tiene escenas muy recalcables y tiene un fondo social sin olvidarnos ese toque de fantasía que a veces hace falta.
Crítica rápida de Bird, ¿por qué ver la película?
- Es un relato de la vida
- Nos recuerda que hay veces hay que echar la vista atrás
- Tiene dos personajes muy distintos, pero que se complementan muy bien