Netflix cada vez apuesta más por contenidos procedentes de Latinoamérica, aunque nos tiene poco acostumbrados a grandes thriller como este. La plataforma de streaming se está reafirmando como la gran apuesta del cine mundial. Más aún después del gran estreno de El agente invisible, su película más cara. La ira de Dios es una de las novedades más destacables de esta temporada. La película dirigida por Sebastián Schindel es algo que no esperábamos pero que nos encanta. Nuestra crítica de La ira de Dios sin spoiler puede ayudaros a decidir si la vais a ver o no.
La ira de Dios es un thriller que desarrolla las angustiosas vidas de Kloster, un popular escritor, y Luciana, su mecanógrafa. La película es una adaptación de la obra La muerte lenta de Luciana B del autor argentino Guillermo Martínez. Ambos dejan de trabajar juntos tras una denuncia poco cordial. Tanto Kloster como Luciana tienen una vida llena de desgracias y muertes en sus respectivas familias. La joven culpa a su antiguo exjefe de las muertes de su familia y el escritor hace lo mismo por su parte. El propósito de Luciana es demostrar que Kloster está detrás de estas muertes, aunque nada parece relacionarlo. Para ello, contacta con un periodista que intentará demostrar quién tiene razón.
Una trama que juega con las emociones del espectador
El espectador continúa confuso hasta prácticamente el final de la película. Partimos del inicio. Luciana, una estudiante, trabaja como mecanógrafa para Kloster, un reputado escritor. Él besa a la joven sin su consentimiento ante la supuesta provocación de esta. Esto hace que su relación laboral finalice y ella le denuncie por acoso sexual. Hasta aquí el primer acto. En el siguiente ciclo de la película las muertes no cesan en las familias de ambos protagonistas. La joven empieza a asociar las muertes de su familia al escritor. Los fallecimientos continúan y las «casualidades» que las asocian a Klosten siguen. Por ello, Luciana contacta con un periodista que no tiene una buena relación con el escritor. Ambos intentarán que esas ‘casualidades’ tomen forma y señalen a Kloster como culpable. Pero a medida que el filme avanza, esas esperanzas se ven cada vez más truncadas.
Llegados a este punto, el espectador empieza a tomar partido. Puedes creer a la joven Luciana y apoyar la teoría de que el anciano escritor lo ha planeado todo. O bien, puedes apoyar la versión de Kloster, quien defiende que la joven tiene una obsesión excesiva contra su persona. Ambas perspectivas se van alternando, ante el punto que no sabemos qué pensar. El director juega con nuestros pensamientos y emociones a través de la trama y las grandes interpretaciones.
¿Delirio o premeditación?
La trama principal tiene lugar en la actualidad. Se va combinando con flashbacks del pasado, según avanza la película. Estos nos van aportando información y nos ayuda a decidir si realmente es obsesión lo de Luciana. La figura del periodista también es importante. Es un escritor frustrado que escribió en el pasado un cruel artículo sobre Kloster. Por lo que, que este esté con Luciana intentando culparlo es comprensible.
Diego Peretti es un reputado actor argentino que cuenta con una larga carrera a sus espaldas. Ofrece una excelente interpretación del escritor Kloster. La joven Luciana es interpretada por Macarena Achaga, quien también cumple con su propósito de cautivar al espectador. Toda la película es bastante correcta en cuanto a interpretación, pero también lo es técnicamente y en su edición. Evitando contar spoilers, solo diremos que es una película que se disfruta y se sufre a la vez. Según tus expectativas y tu recreación mental de lo que realmente no nos cuentan, puede gustarte más su final o menos. Dicho todo esto, esperamos que la crítica de La ira de Dios os haya convencido, nosotros recomendamos que veáis la película y la disfrutéis.
Crítica rápida de La ira de Dios: ¿por qué ver la película?
- Las grandes interpretaciones principales.
- Una trama original y bien tratada.
- Es un thriller que te hará pensar y tomar partido.