Han pasado 20 años desde que se estrenó una película que ya se puede considerar un clásico de la cultura millennial (y un poquito también de la generación Z): Chicas malas (Mean Girls en inglés). La cinta protagonizada por Lindsay Lohan puso de moda que los miércoles hay que ir vestidas de rosa o que el 3 de octubre es un día significativo. Y 20 años después se estrena la versión musical de Chicas malas. La misma historia de siempre, pero adaptada a las nuevas generaciones. La trama es de sobra conocida, pero si llegas a esta crítica de Chicas malas sin tener ni idea, te cuento qué te vas a encontrar.
Las dos versiones de Chicas Malas tratan sobre lo mismo: la historia de Cady Heron, una adolescente que tras vivir toda su vida en África se muda a Estados Unidos. Cambia el homeschooling —forma fancy para decir que estudias desde casa— por el instituto, y eso la lleva a adentrarse en un territorio aún más peligroso que la selva.
Como si fueran manadas, los alumnos se distribuyen por grupos de interés. Uno de ellos, el de las llamadas «Plásticas» —o «Divinas», depende de la traducción—, está encabezado por la temida y admirada Regina George. Cuando Regina decida que Cady es merecedora de formar parte de su selecto grupo, la chica no tardará en descubrir que la mejor defensa en la selva es, siempre, un buen ataque.
La versión TikTok de Chicas malas
Con esta sinopsis, ambas películas de Chicas malas hacen un retrato de una historia atemporal y, me atrevería a decir, prácticamente invariable. Porque los temas que Chicas malas trataba en el año 2004 —los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) o el bullying— siguen vigentes en 2024. Y quizá ahí radica la importancia de este remake con formato musical: su nuevo público.
El remake de Chicas malas no pretende ser una película de culto. Ni siquiera aportar nada nuevo. La historia es exactamente la misma, con los mismos giros argumentales y si tiene alguna sorpresa, no tiene nada que ver con la trama. Pero, entonces, ¿qué la hace tan buena? Que es, exactamente, lo que pretende ser. Un referente actualizado para las nuevas generaciones. Un lugar de reencuentro para los que 20 años atrás disfrutábamos de la Regina George de Rachel McAdams. En definitiva, una película que trae una historia a la que no le venía mal una capa de pintura para la generación de TikTok.
No menciono TikTok porque sí. Porque creo que si Chicas malas ha decidido contarse ahora como un musical, es precisamente por la influencia de la red social china. De hecho, muchos de los números musicales del filme se integran precisamente como piezas de vídeo —ya desde el inicio— que los adolescentes suben a sus redes sociales.
Coherente, divertida y con buenas actuaciones
¿Son todas las canciones de Chicas malas excepcionales? Siendo sincera: no. Hay algunas que funcionan mejor que otras y que tienen más posibilidades de ser escuchadas fuera del visionado de la película. Pero, aunque no sean todas temazos, sí que encajan en medio de un conjunto que no pretende ser tomado en serio. Chicas malas siempre se ha caracterizado por un humor llevado al extremo, a la pura caricatura, y los números musicales tenían que ir en esta misma línea.
Si puedo decir otra cosa positiva de esta nueva versión de Chicas malas es que es coherente con su predecesora. Además de porque el guion sigue estando a cargo de Tina Fey —que aparece en ambos filmes—, por sus actuaciones. Mientras que en la de 2004 nos encontrábamos a Lindsay Lohan, Rachel McAdams y Amanda Seyfried, la de 2024 presenta caras nuevas igualmente prometedoras. Angourie Rice, Reneé Rapp (fantástica como Regina), Avantika Vandanapu, Auli’i Cravalho, Jaquel Spoivey o Christopher Briney son algunos de los actores que forman parte del elenco de la nueva Chicas malas.
Aunque lo más favorable puedo decir de la versión musical de Chicas malas en esta crítica es que consigue que pases un buen rato en el cine. Que rías, que te diviertas y te adentres durante sus 112 minutos de duración en la selva cruel, pero entretenida de ver, que es el instituto. Chicas malas sigue enganchando y, tras ver su versión musical, cuesta creer que no se planteara incluir estos números en la primera versión.
Si te gustó la película original de Chicas malas del año 2004, no te puedes perder la versión musical de 2024. Estará en cines desde el próximo 12 de enero. Uno de los grandes estrenos de enero en cines, sin duda.
Crítica rápida de Chicas malas: ¿por qué ver la película?
- Es tan adictiva como la versión de Chicas malas de 2004.
- Los números musicales le dan un toque diferente al resultado.
- Lo más importante de todo: vas a divertirte viéndola.