Este pasado 1 de marzo lo último de Ethan Coen y Tricia Cooke llegó a las salas; hoy en nuestra crítica os hablamos de Dos chicas a la fuga, una comedia que llama la atención desde el primer momento, y no precisamente por causar risas.
La marca de los Coen
En Dos chicas a la fuga descubrimos a Jamie (Margaret Qualley), una joven con un espíritu libre que acaba de sufrir otra ruptura sentimental con otra chica. A la vez conocemos a su amiga Marian (Geraldine Viswanathan), una chica tímida que busca vivir la aventura de su vida. Ambas tratarán de empezar de cero en un improvisado viaje a Tallahassee, pero todo se tuerce rápidamente cuando se cruzan con un grupo de delincuentes no demasiado profesionales.
Todo el mundo ha oído hablar de los hermanos Coen, ambos con un estilo muy característico como podemos ver en Fargo, Arizona Baby o ¡Ave, César! Esta vez es Ethan quien se lanza en solitario haciendo algo diferente, pero sin perder demasiado su esencia. La premisa parece buena: dos chicas totalmente diferentes se ven envueltas en una situación inesperada.
A veces ir a lo fácil sale caro
Os hablábamos de Jamie y Marian, dos personas que son polos opuestos, pero ahí es donde se agarra su amistad. Durante su viaje a Tallahassee descubrirán un maletín misterioso en su coche de alquiler cuyo valor es incalculable según sus perseguidores.
De base es una comedia que busca la carcajada fácil (o eso pensaba: solo lo consiguió en dos personas durante la sesión en la que estuvimos), pero la verdad es que se queda bastante lejos de lo que busca. Personalmente, salí del cine preguntándome que acababa de ver y sin encontrarle sentido a la historia en general.
No es fácil hacer reír a la gente, pero es que Dos chicas a la fuga va tanto al chiste rápido que no hace gracia. Son bromas típicas con las que todos nos hemos reído alguna vez, pero cuando toda la película gira sobre chistes e historietas de penes la película se te hace larga; y eso que dura menos de hora y media.
Muchos recursos pero pocos resultados
Podrían haber hecho algo mejor con el reparto que tenían y con esos pequeños cameos de actores como Pedro Pascal, Colman Domingo o Matt Damon. Básicamente no han sabido aprovechar lo que tenían, aunque el dúo protagonista lo hace decentemente bien.
En definitiva, Dos chicas a la fuga es una película que empieza bien y que te pone altas expectativas en cuanto a lo que vas a ver, pero acaba flojeando y perdiéndose en su propia historia. Si os gustan este tipo de películas también podéis echarle un vistazo a Argylle, una película de otro director conocido como Matthew Vaughn.
Crítica rápida de Dos chicas a la fuga, ¿por qué ver la película?
- Una historia que parte desde un buen lugar
- Si te gusta el chiste fácil esta es tu película
- ¿Lo malo? La historia se desinfla rápido teniendo en cuenta su duración
