Drácula es un personaje muy recurrente en el cine y este 2024 vuelve a la gran pantalla de la mano de Robert Eggers con la película Nosferatu, crítica que podéis leer a continuación.
El reparto incluye a Bill Skarsgård, Nicholas Hoult, Lily-Rose Depp, Aaron Taylor-Johnson (Kraven the Hunter), Emma Corrin, Ralph Ineson, Simon McBurney y Willem Dafoe. Ellos son los encargados de la nueva versión de la icónica película muda de F. W. Murnau producida en 1922 que a su vez se basa en la novela de Bram Stocker.
Una nueva versión de Drácula
Al haber material anterior es fácil caer en las comparaciones, pero este remake ha sabido estar a la altura de lo esperado. Empecemos esta crítica de Nosferatu hablando de la historia en sí. La película nos traslada al año 1838 para contarnos la historia del matrimonio formado por Thomas Hutter (Hoult) y Ellen (Depp). La pareja vive felizmente en Wisborg hasta que Thomas tiene que viajar hasta Transilvania para cerrar un trato sobre una vivienda con el Conde Orlok.
Eggers ha logrado poner toda su esencia de la misma forma que lo han hecho los actores. A Bill Skarsgårdno le veréis caracterizado hasta que veáis la película (irreconocible si me preguntáis), pero el resto del reparto nos deja sin palabras. Por su parte, Hoult puede parecer que sostiene más la trama, pero rápido nos damos cuanta de que es la mujer quien realmente lleva todo el peso de la historia. Cada parte de la pareja tiene su propósito en la historia y esa dupla hace que esta historia enganche.
La atmósfera perfecta
En esta película no es solo importante la trama si no la imagen y su maravillosa ambientación. La primera parte de Nosferatu es oscura, pareciendo que es en blanco y negro, salvo que no es así. Eso ayuda a que nos llevemos más de un susto, también propiciado por la música estridente que a veces suena, y a que se mantenga la tensión hasta la aparición de Drácula o el conde Orlok, como lo llaman aquí.
Es a partir de ahí cuando las antorchas se encienden y ya hay más iluminación en la historia, pero sin dejar atrás la noche. Y ya no solo hablamos de iluminación; la composición de los planos es perfecta y súper cuadriculada. Esto le da a la película unos matices bastante interesantes y que hipnotizan.
Temas actuales
También esta es una película en la que se tratan temas bastante presentes hoy como la salud mental y las relaciones abusivas entre otras en el frío siglo XIX.
En Nosferatu importan mucho las sombras y los detalles que aportan esa información que no se puede decir con palabras. Solo con eso consigue producirnos escalofríos sin llegar a ser de terror y a funcionar muy bien para el espectador. Si queréis pasar unas navidades más oscuras podréis hacerlo con Nosferatu a partir del 25 de diciembre.
Crítica rápida de Nosferatu, ¿por qué ver la película?
- Una nueva versión de nuestro vampiro favorito
- La ambientación y la fotografía son excelentes
- Tiene la dosis perfecta de drama y terror que engancha al espectador