Cuando se dijo que se iba a hacer una nueva serie sobre El internado muchos se emocionaron y otros iban esperando a ver qué se iban a encontrar. La serie de Amazon Prime Video ha sido según muchos un éxito y hoy os traemos la crítica de la temporada 3 (y última) de El internado: Las Cumbres que pone punto y final a esta historia.
Así son los últimos episodios
Hace poco llegaba a Prime Video la serie Sin huellas, pero había muchas ganas de los nuevos episodios que nos devolvían a Las Cumbres. La nueva temporada ha llegado hoy, 7 de abril, con menos episodios de los que estamos acostumbrados; serán solo seis en vez de ocho. También contaremos con nuevos personajes interpretados por Lydia Pavón, Mia Lardner, Nagore Aranburu y Zigor Bilbao.
La segunda temporada fue bastante intensa y ahora daremos un salto temporal en la trama. Han pasado tres meses después de los terribles sucesos que acabaron con la vida de Paz (Paula del Río), pero Amaia (Asia Ortega) está segura de que los misterios que habitan el Internado no están resueltos. La chica está dispuesta a llegar hasta el final.
Ahí es donde entra uno de los nuevos personajes: Zoe (Lydia Pavón). Ella es una nueva alumna procedente de una residencia de acogida en la que ya no saben qué hacer con ella. La chica conecta desde el principio con el grupo, que pronto se ve envuelto en nuevas desapariciones y crímenes horribles entre los muros del monasterio. Todo es una carrera a vida o muerte, que se convertirá en toda una prueba de fuego para probar su amistad. Mientras, Alicia/Inés (Claudia Riera) y León (Joel Bosqued) se verán envueltos en una a contrarreloj para escapar de la muerte y su pérdida de memoria.
Nuevos personajes que ayudan a cerrar la historia
La introducción de Zoe ha sido muy rápida, casi se puede decir que estaba dentro del grupo antes de llegar al internado. Zoe rápidamente conoce a Amaia, que le pide ayuda a la nueva alumna, pero lo que no sabe Zoe será que al cambiarse la ropa con Amaia estará directamente involucrada en algo muy oscuro. Amaia desaparece sin dejar rastro y sus amigos tendrán que encontrarla.
De una forma también repentina conocemos a Martina (Mia Lardner), que será el nuevo interés romántico de Adéle (Daniela Rubio), que hará lo posible para incriminar a su tío y rescatar a su madre de la cárcel.
Por su parte, Inés/Alicia y León tratarán de localizar el resto de los tomos del Draco Musca para descubrir la fórmula para vivir eternamente sin perder sus recuerdos. Habrá muchos monjes implicados en esto, y también Ismael (Zigor Bilbao) y su hermana interpretada por Nagore Aranburu. Ellos estarán más involucrados en esta historia mucho más de lo que pensamos.
El internado Las Cumbres cierra sus puertas
Esta última temporada de El internado: Las Cumbres nos ha dado algo a lo que estábamos acostumbrados como asesinatos, nuevas relaciones entre alumnos y muchos secretos por parte del Nido del Cuervo. Además, nos han dado más ciencia y sobre todo mucha expectación por ver cómo iban a cerrar esta historia.
Quedaban muchos cabos sueltos que cerrar en unos pocos episodios, y hasta el frenético último capítulo no se sabe muy bien cómo se va a cerrar todo. Al final pasa como en muchas ocasiones, entran las prisas y les vale más terminar las tramas que el modo en el que lo hacen. Esto genera muchas casualidades a favor de los protagonistas que pueden ser poco creíbles. Los dos episodios hasta completar los ocho no hubieran venido nada mal.
Eso no quita que nos haya convencido el final. Han cubierto bastante bien la trama del Nido del Cuervo y el Drago Musca. El internado: Las cumbres ha tenido un final que ha medio convencido con una historia entretenida con el misterio y suspense que veníamos viendo desde el comienzo de la serie. Nos dice adiós un reboot que podía haber sido mucho más.
Crítica rápida de El internado: Las Cumbres: ¿por qué ver la temporada 3?
- Tiene un cierre algo precipitado pero que la historia ha podido absorber bien
- Hay giros y secretos que cuando se conocen sorprenden
- ¿Lo malo? Hay personajes que no aparecen y las explicaciones que se dan nos sabe a poco