Crítica de ‘Amigos Imaginarios’, una historia infantil no tan infantil

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Ya hablábamos recientemente de los amigos imaginarios en la crítica de la retorcida Imaginary, donde estas entidades regresaban a nuestro plano para vengarse de aquellos que los olvidaron. Ahora, poco tiempo después, llega Amigos imaginarios (IF en inglés); una cinta muy alejada del terror y en un tono más infantil cuyo eje central gira alrededor de estos seres para darnos una lección de vida. Por eso, esta crítica se la dedicamos a Amigos imaginarios, la nueva película de John Krasinski en donde destaca como escritor, director y actor secundario.

¿De qué va Amigos imaginarios?

Amigos imaginarios es una película que se presenta como una historia de comedia y fantasía dirigida a niños. Aquí, la historia se centra en Bea (Cailey Fleming), una niña de 12 años que regresa a su casa de infancia para visitar a su padre, quien está a punto de ser operado del corazón.

Al regresar, Bea descubre que es capaz de ver a criaturas fantásticas llamadas «If» y se compromete con estos a ayudarlos a conseguir un nuevo niño que los necesite como amigos imaginarios, ya que, los niños que los crearon, no los recuerdan por haber crecido.

Es así como comienza una historia ligera pero emotiva que nos invita a conectar con nuestro niño interior abordando temas como la pérdida, los sueños de infancia y el poder de la imaginación.

No es tan infantil como se nos muestra

Esta cinta que viene envuelta en una historia que a simple vista parece sencilla, resulta ser en realidad una llamada de atención a los adultos. De hecho, estoy seguro que los mensajes que plantea conectarán directamente con un público más maduro.

Allí radica lo propositivo de la cinta, en que un amigo imaginario es mucho más que una creación infantil. Por el contrario, un amigo imaginario puede representar un sueño olvidado, una meta que no logramos por miedo o conformismo al crecer. Y es precisamente allí donde la cinta se torna emotiva, cercana y te arruga el corazón en varios momentos.

Amigos imaginarios es la mezcla perfecta entre lo dulce de Monstuos S.A. (2001) y lo desgarrador de Un monstruo viene a verme (2016). También es cierto que, aunque no es perfecta (tiene bastantes huecos en la historia y a veces el ritmo se estanca), hay que reconocer que sin duda es una película conmovedora, esperanzadora y que en términos generales logra su cometido.

Lo destacado

La verdadera protagonista de Amigos imaginarios es la música. La partitura musical de Michael Giacchino (ganador del Oscar por Up) es sencillamente preciosa. Te ayuda a conectar con las emociones de cada escena y toma. Es un trabajo más que destacado que apoya y potencia el diálogo entre los personajes.

De igual forma, el diseño de los amigos imaginarios es bellísimo, cada uno creíble con un CGI muy bien logrado.

En conclusión

Amigos imaginarios es una película que nos invita a reconectar con nuestro niño interior y cuestionarnos por qué abandonamos ciertos sueños y nos dejamos agobiar por la adultez, recordándonos que siempre vamos a necesitar a estos amigos especialmente cuando crecemos.

Es una cinta que nos habla de temas duros como la pérdida y otros más suaves como la amistad. Recomendada para toda la familia, pero insisto: los grandes de la casa sabremos conectar un poco más y mejor. La podéis encontrar en los cines a partir de este viernes 17 de mayo.

Crítica rápida de Amigos imaginarios, ¿por qué ver la película?

  • Es una cinta que nos habla de la pérdida y la amistad
  • La banda sonora es espectacular
  • Es conmovedora y recomendada para toda la familia

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