¿Qué pasaría si de repente tu vida cambiara porque estás acogiendo a un inmigrante en tu casa? ¿Cómo reaccionarías? ¿Cómo cambiaría tu vida y la de los que te rodean? Con esta premisa os traemos la crítica de Vasil, la película dirigida por Avelina Prat y protagonizada por Karra Elejalde e Ivan Barnev.
La ópera prima de Avelina Prat, quién también firma el guion, gira en torno a la relación entre un jubilado español y un inmigrante búlgaro. Sus caminos se cruzan cuando Vasil (Ivan Barnev) acaba en casa de Alfredo (Karra Elejalde) ya que no tiene dónde dormir. Maureen (Sue Flack), amiga desde hace años de Alfredo, es la encargada de ponerlos en contacto. Es ella quien conoce a Vasil en el club de bridge al que ella acude. Ahí descubren que es número uno en su país no solo de bridge sino también de ajedrez. Este último será el punto de unión que entre Alfredo y Vasil. Luisa (Alexandra Jiménez), la hija de Alfredo, intentará que esta conexión crezca poco a poco, pero se enfrentará al carácter férreo de su padre.
Como la vida misma
Esta película está basada en hechos reales. Prat cuenta que su padre la llamó una mañana para contarle que un hombre búlgaro estaba en su casa. Ella observó todo desde fuera, como si de una película se tratara. Tanto ella como la gente que la rodeaba estaba fascinada con lo que estaba sucediendo. Lo que comenta también es que cuando toda esta historia terminó se dio cuenta de que se había perdido algo de esta aventura. Este hombre búlgaro al que nunca llegó a conocer la había marcado, y es por ello que decidió crear este proyecto.
Lo interesante de Vasil es cómo pone en manifiesto las grandes diferencias entre culturas. Además, pone en el foco lo que cuesta aceptar a otra persona que no es igual que tú. La inmigración es el tema fundamental de esta película. Pero también lo es la hospitalidad y amabilidad con la que se acogen a estas personas migrantes en un lugar totalmente nuevo para ellos. Puede parecer en un principio complicado, como le sucede al personaje interpretado por Karra Elejalde. Pero a medida que avanza tanto la película como la vida misma, uno consigue cambiar las perspectivas de todo.
Buen cine con poco
Además de estar basada en hechos reales, la película cuenta un tema que hace que la empatía del espectador esté presente. No decimos que es algo que le puede pasar a todo el mundo, pero sí que es una situación que a día de hoy no es tan sorprendente. Para llegar al espectador no solo se necesita una historia que transmita, que enseñe en pantalla experiencias reales. Lo que también se necesita es conseguir la forma adecuada de contar dicha historia. La crítica de Vasil no puede dejar de lado el hecho de que nos encontramos con un trabajo y un estilo muy cuidados; unos planos fijos que ayudan a que nos fijemos en los personajes y en los diálogos, sin distraernos con movimientos innecesarios; un cuidado a los detalles en cada escena que parece que estemos en esa casa jugando al ajedrez o en ese restaurante griego comiendo musaka.
En su hora y media de duración podremos disfrutar de momentos donde reiremos, pero también en los que nos preguntaremos cómo es posible que algunas personas sean tratadas de la forma que son debido a su lugar de procedencia. No es la primera película que trata este tema, ni será la última. Pero como hemos comentado, la delicadeza con la que se trata convierte a esta película de Avelina Prat en algo simple pero que funciona.
Vasil llega a salas españolas el próximo 4 de noviembre. Hasta entonces tenemos otros estrenos en plataformas como The Winchesters, serie de la que os trajimos una crítica del piloto hace unos días.
Crítica rápida de Vasil. ¿Por qué ver la película?
- Un estilo muy cuidado
- La buena química entre los protagonistas
- Un tema actual tratado desde un punto diferente