Ya va avanzando la trama de Cassian Andor y, por supuesto, se van complicando las historias. Esta semana, Disney+ estrena el sexto capítulo de la precuela de Rogue One, y, aunque sigo sin pensar que sea la mejor serie de Star Wars, tengo que admitir que se ha puesto a la altura de The Mandalorian. Os hago un pequeño resumen de Andor 1×05 como «entrante» para el plato fuerte, que el capítulo de mañana promete. ¡Cuidado, que hay spoilers!
En el capítulo anterior, por el frente rebelde, Cassian empezaba a ganarse (bajo el alias de «Clem») la confianza de Vel y el resto del equipo organizado para atracar la guarnición imperial de Aldhani. O… eso parecía, pero ahora entraré en detalles. Por el lado imperial, destituían a Syril del cargo después del batacazo que se dio con el resto de patrulleros Pre-Mor en Ferrix, así que vuelve a casa de su madre. Y no, no es la mujer más empática del mundo.
Ahora se encargan de limpiar el desastre los oficiales imperiales, aunque no Dedra Meero, que intentó colarse en la jurisdicción para apuntarse el tanto y la frenó el «simpático» Blevin, compañero de trabajo con muchos más galones. Y, en el lado de la política, Luthen Rale (Stellan Skarsgård) se reunía con Mon Mothma (Genevieve O’Reilly), senadora infiltrada y una de las fundadoras de la Alianza Rebelde, para hablar de los problemas para encontrar presupuesto con la hipervigilancia del Imperio.
La pieza imperial robada y el preludio del conflicto
Vale, hago un inciso para un comentario personal: ¿podemos apreciar la maravilla argumentativa que hay en esta trama? En el primer capítulo, cuando Cassian le cuenta a Bix que ha robado una pieza imperial imposible de rastrear de una de sus naves, parece el intento de un tío a la fuga de ganar dinero rápido y poner tierra de por medio. Pero la pieza hace que aterrice en Ferrix Luthen Rale, impresionado porque Andor haya sido capaz de robar una pieza al Imperio. Los dos huyen cuando aparecen los Pre-Mor y la pieza se queda en Ferrix. Y esa misma insignificante pieza es la excusa perfecta que usa Dedra para intentar meter la nariz en la investigación.
Pero, claro, insisto: la pieza se queda en Ferrix. Cassian intenta recuperarla en el capítulo 3, pero Luthen le dice que no hay tiempo y huyen, así que se queda (en teoría) entre los escombros del almacén donde se reunieron los dos. Y, ahora, el sargento imperial Blevin está en Ferrix intentando retomar el control que perdieron los Pre-Mor. Y Dedra, que no se da por vencida, está revisando con su mano derecha todos los documentos que tiene a mano para localizar la escurridiza pieza robada que puede darle un ascenso. La pregunta es: ¿qué va a pasar cuando la encuentre, si no es su jurisdicción?
La no-tan-ideal vida familiar de Mon Mothma
En el resumen del 1×04 ya hablé sobre la maravilla de «sneak-peek» que hace la serie en las entrañas del Senado, un órgano gubernamental gobernado por el Imperio (hay que recordar que estamos entre los episodios I-III y IV-VI a nivel cronológico). Y esa miradita tras la cortina nos la da Mon Mothma, personaje que conocemos gracias a Luthen Rale. Bien, Mon es senadora y fundadora de la Alianza junto con Bail Organa, padre adoptivo de Leia. Y es, a simple vista, una mujer que parece tenerlo todo controlado y un hueso duro de roer, como buena político.
Pues no es oro todo lo que reluce. Al final del capítulo anterior, ya se veía la relación de Mothma con su marido, que parece bastante más afín al Imperio. O, al menos, menos propenso a meterse en el conflicto entre los imperiales y los rebeldes. Y, aunque no han salido prácticamente nada en este capítulo, sí hemos conocido a su hija, una adolescente con la que tampoco tiene una relación muy estrecha. Mi teoría es que el «sneak-peek» casero de Mon va orientado a contextualizar porque la senadora va a meterse en problemas prontito, pero no deja de ser una teoría. Habrá que esperar al próximo capítulo, pero apunta a maneras.
El epicentro: tercer día en Aldhani, la noche anterior al ataque
Aquí, aquí está lo central del capítulo y, por tanto, el punto principal del resumen de Andor 1×05. El poco carismático Cassian va abriéndose hueco en el equipo según van preparándose para entrar en la guarnición imperial. Y hasta la propia Vel, que no ha tenido más remedio que tragarse su orgullo y meter a Andor en el equipo a tres días del ataque por culpa de Luthen Rale, empieza a confiar un poquito en el de Kenari. De hecho, empieza a haber un poco de conexión entre los dos. El propio Skeen, uno de los rebeldes, le dice a Cassian que tenga cuidado porque Vel ya tiene a «alguien con quien compartir manta».
Pero la pequeña familia que han formado en el campamento empieza a desmoronarse la noche de antes. La gota que colma el vaso llega en forma de cristal: Skeen ve el collar que lleva Cassian y le pone una daga en el cuello antes de quitárselo. Ahí estalla la guerra que lleva creciendo desde que metieron a Andor en Aldhani. Cassian, como siempre, va de frente y deja las cosas claras con el resto del grupo: él no está ahí por principios, está por dinero. Skeen se abre un poco con él (con un «empujoncito amistoso» de Vel) y le cuenta que él lo hace por su hermano, al que mataron los del Imperio.
Parece que eso tranquiliza las cosas, pero la última escena vuelve a dejar todo el plan al borde del acantilado. Vel se marcha a cumplir su parte del plan y deja a cargo a Taramyn. Y Cassian se queda solo ante los tres del equipo que menos confían en él. Así que, la gran pregunta como broche al resumen: ¿qué va a pasar en la guarnición el día del ataque?