No es algo nuevo que en los últimos años se hayan estado haciendo películas poniendo el punto de mira en momentos clave que marcaron un antes y un después en la sociedad y derechos civiles. Es por ello que hoy os traemos la crítica de Till: El crimen que lo cambió todo. La nueva película de Chinonye Chukwu narra la historia del asesinato del joven negro Emmett ‘Bobo’ Till de 14 años en 1955.
Hace poco os traíamos la crítica de Ellas hablan, otra película basada también en hecho reales. Esta película ponía en manifiesto cómo las mujeres de una colonia religiosa habían estado sufriendo violaciones continuadas a mano de los hombres de su propia colonia. Ahora les tocaba decidir si huir o luchar.
Una lucha actual por los derechos civiles
En Till: El crimen que lo cambió todo es la madre de joven Emmett (Jalyn Hall), Mamie Till-Bradley, quien decide luchar porque se demuestre que su hijo fue asesinado violentamente a manos de dos hombres blancos en un linchamiento. Fue ella la que permitió que una foto de su hijo saliera en primera plana en el periódico. Una foto en la que se mostraba a su hijo desfigurado tras haber sido golpeado y disparado en la cabeza y haber encontrado su cuerpo en el río. A partir de ahí tendrá ante sí un largo camino para honrar a su hijo e intentar que lo que le pasó no le suceda a nadie más.
¿Lo peor de todo? Aunque la película está ambientada a mediados del siglo pasado, sigue siendo algo habitual hoy en día. No es raro ver en las noticias situaciones en las que el racismo es la causa de violentas actuaciones policiales, agresiones o incluso asesinatos. Se pensaría que en los años en los que estamos esto habría cambiado. No es así. Y de hecho al final de Till se recuerda que hasta el año pasado, el 2022, no se aprobó en Estados Unidos la Emmett Till Antilynching Act. Se trata de una ley que reconocía el linchamiento como un crimen de odio.
Una madre interpretada con fuerza
Si hay que destacar algo en esta crítica a Till: El crimen que lo cambió todo es la interpretación de Danielle Deadwyler, la actriz que interpreta a Mamie, la madre del joven Emmett. Es ella quien lleva el peso del largometraje y lo mantiene durante las poco más de dos horas de película, a pesar de tener a grandes actores a su lado como Whoopie Goldberg. Por ella pasan todas las emociones que puede haber: cariño, emoción, tristeza, furia, alegría… Y todas las clava y las lleva hasta el extremo. Donde realmente demuestra que esta película es suya es durante su testimonio en el juicio. Un primer plano fijo durante todo su parlamento hace que podamos ver con detalles cómo consigue transmitir el dolor de una madre viendo y sabiendo que los asesinos de su hijo vayan a quedar en libertad.

Un guion que no termina de arrancar
Al igual que otras muchas películas que giran en torno a este tipo de temas, la historia sigue una misma línea argumental. Hace unos años pudimos verlo en Selma (Ava Duvernay, 2014), por ejemplo. Así pues se comienza poniendo en situación al espectador y mostrando el crimen o el hecho que prende la mecha para que todo empiece a cambiar. Finalmente muestra qué supuso para el futuro de la sociedad algo así. Una fórmula sencilla que engancha al espectador y que se ha vuelto recurrente en taquilla.
Pero es ahí donde radica el problema de Till: El crimen que lo cambió todo. La historia y la forma de contarla se hace cuesta arriba. No digo que el guion sea malo. Creo que está mal planteado, a pesar de seguir la misma fórmula que llevan todas las películas de este tipo. Es una historia que a día de hoy se necesita contar, poner en manifiesto y recordar. A pesar de ello acaba siendo como todas las películas basadas en hecho reales que se hacen últimamente. Pierde fuerza a cada minuto que avanza, y el final es demasiado rápido. No sabes por qué se ha dedicado casi dos horas de cinta para concluirlo con aclaraciones en la pantalla sobre qué pasó después y qué supuso el linchamiento de joven.

A pesar de todo esto, ya solo por ver la actuación de Danielle Deadwyler es una película que vale la pena ser vista. Till: El crimen que lo cambió todo se estrena en salas españolas el próximo viernes 24 de febrero.
Crítica rápida de ‘Till: El crimen que lo cambió todo’. ¿Por qué ver la película?
- Una potente interpretación de Danielle Deadwyler
- Una lucha por los derechos civiles en EEUU llevada a pantalla
- ¿Lo malo? Una buena historia mal contada