El reality de El Círculo (The Circle) es el mejor juego de las redes sociales que hay y uno de los programas más exitosos que tiene la plataforma Netflix. Se une a otras series míticas que podéis ver este verano. La versión de Estados Unidos ya cuenta con cuatro temporadas. Y es de la última temporada sobre la que vamos a hablar largo y tendido porque seguimos emocionadas con todo lo que ha pasado. ¡Dentro crítica de El Círculo!
¡Alerta! Así funciona El Círculo
El Círculo es un reality sin guion que como ya he dicho, en Estados Unidos cuenta con cuatro temporadas. Lo narra y presenta la actriz y humorista Michelle Buteau. También hay versiones de otros países como Francia o Brasil. Pero, ¿qué es lo que encontramos dentro exactamente? Lo que vamos a ver es cómo unos desconocidos llegan a un apartamento y tienen que luchar por llevarse la gran cifra de 100.000 dólares. La peculiaridad es que los concursantes no se escucharán ni se verán físicamente hasta que el círculo lo permita. Tan solo se juzgarán por fotografías y palabras. Tendrán que vivir en su apartamento, trazar sus estrategias y tejer amistades a través de un mero chat. Y no solo eso, el Círculo con sus alertas será quien les saque de la tranquilidad de su soledad.
Aquí no se puede hacer mucho caso a lo de no juzgar un libro por su portada. Es por eso que otra pieza importante del juego son los impostores… Porque al estar detrás de una pantalla los concursantes pueden elegir si entrar como ellos mismos o hacerse pasar por otra persona. Al final se trata de reflejar la realidad y la lucha constante entre la autenticidad y lo que se muestra en redes sociales.
Otros irán entrando después según se vayan eliminando concursantes. Ese procedimiento es sencillo. Ellos mismos se puntúan en un ranking y los dos mejores puntuados serán influencers. Estos tendrán que decidir a quién echar. Esa persona eliminada tendrá la oportunidad de despedirse de un concursante, ahora sí, cara a cara. Será la primera vez que se vean. Aquí pueden jugar su estrategia todavía más; pues pueden ir a comprobar si alguien era un impostor o no y después en su vídeo de despedida, que ya verán todos, soltar las pullas necesarias si así lo desea.
Una cuarta temporada muy picante
Esta cuarta temporada ha sido junto con la primera, la que, en mi opinión, mejor ha estado. A pesar de llevar ya cuatro temporadas y mantener las mismas normas, el Círculo sigue sorprendiendo y dándole veinte vueltas de más a la tuerca. Así que vamos al lío y a meternos de lleno en la crítica de El Círculo y su maravillosa temporada llena de sorpresas y que me mantuvo pegada a la pantalla hasta que terminó.
Antes de nada hay que presentar a los primeros concursantes. Ellos son Frank, Yu Ling, John (que entra como Carol, su madre), Alyssa, Crissa, Bru y Parker (que se hará pasar por su padre Paul).
El último concursante no desvelaré quien es, pero solo diré que, a pesar de hacerse llamar Jared, detrás de la pantalla están dos mujeres muy famosas dentro de la música. Juntas tendrán que hacerse pasar por un escritor de cuentos. Su participación es una misión más para ellas: si logran que no las pillen, el dinero del premio aumentará a 150.000 dólares.
Más tarde también entrarán Rachel, Alex (quien se hará llamar Nathan), Eversen e Imani (otro impostor que ha sido otra sorpresa en la temporada).
El arte de una buena estrategia en El círculo
Desde el principio ya se empiezan a ver las primeras alianzas. Pues, aunque podamos pensar que no, el orden en el que entran al concurso es importante. No es lo mismo ser el nuevo que haber vivido la experiencia completa y saber cómo se mueven los hilos. Eso no quiere decir que los que llegan a la final son los que entraron el primer día. Pero es crucial desde el principio saber en quién confiar. Algunos se lo toman muy en serio, como por ejemplo Alyssa, que lo apunta absolutamente todo en su cuaderno y traza hasta esquemas que pone en la pared. Otros no llegan a eso, pero la estrategia va por dentro y todos quieren el premio.
¿Y qué estrategias siguen? Pues se ve de todo, pero la más repetida en todas las ediciones, y la que a veces no puedo negar que da cierto cringe, es la del ligoteo. Muchas veces me pregunto si de verdad alguien se toma en serio eso, porque personalmente no podría parar de reírme ante esa situación. Pero ya vemos que funciona y que puede hacer que llegues más lejos que otros. Eso si no te dan una puñalada como hicieron a mi concursante favorito este año (me guardo quién es).
A veces los concursantes sorprenden asegurando por encima de todo quién es o no un impostor, tanto que en ocasiones se puede llegar a pensar que no nos muestran todo y saben algo de verdad, aunque no sea así. Tan solo se trata de quién enseña sus cartas y de qué forma; de quién sabe jugar mejor que lo otros.
Entre el cielo y el infierno
El círculo, aunque muchas veces puede llegar a ser el villano, no quiere que los concursantes se aburran ni un segundo y tiene multitud de juegos preparados. Algunos serán por pura diversión como decorar una tarta, decir si has hecho algo que propone el círculo o no… Juegos sencillos sin nada detrás. Pero otras veces aquí lo que queremos es salseo y quiere que los concursantes hablen claro. Y sabemos que va a ser mucho mejor cuanto se permite el modo anónimo para decir las cosas a la cara. Porque así siempre es todo más fácil. Otras veces el único fin es disfrutar y también realizan fiestas temáticas.
De vez en cuando son ellos mismo quienes proponen hacer cosas. En esta temporada hemos visto desde clases de yoga conjuntas, a otros juegos en los que tienen que pasar fotos suyas y otros retos.
Y si decía que en el programa hay unas reglas, esta temporada ha sido en la que más se han roto. Nunca supe por dónde iba a salir, cuál iba a ser su próximo movimiento. Incluso apareció un “virus” que le dio la vuelta a todo, con sus filtraciones y todo. Y a pesar de esos líos me gustó que no hubiese unos grupos tan diferenciados como en otras temporadas pasadas en las que todo pendía de un fino hilo. Esta vez ha sido todo más un conjunto. He amado a la mayoría de concursantes, sobre todo Bru y Alyssa. Otros según avanzaba el concurso me sorprendieron para mal.
Otra de las cosas que más me gusta es cuando abren todos sus sentimientos y cuentan algún episodio de su vida, lo que los hace para los otros concursantes una persona más allá de las palabras que leen.
Esta temporada se cuela entre mis favoritas. Si no sois muy de realities podéis probar con este y engancharos tanto como yo y que esta crítica de El Círculo os haya convencido… Hay que darle también un merecido reconocimiento al gran montaje que hay detrás y al enganche que eso produce. Vais a amar a los concursantes y el buen rollo que transmite la mayoría, porque sí, siempre habrá alguno que no caiga muy bien. Pero es como la vida misma.
Animaos a ver El Círculo en su temporada más picante, más dramática y con más engaños que hay. También en la que más dinero hay en juego. ¡Dejaos sorprender por este gran concurso!
Crítica rápida de El Círculo: ¿por qué ver el programa?
- Un programa entretenido y que engancha desde el minuto uno
- Hay mucho salseo del bueno
- Vas a querer participar en el concurso en cuanto lo empieces